
Detengámonos un instante en este reinado, que no parece una tregua de la fatalidad mas que en comparación con los dramas y desastres que le seguirían después. Parece un reinado pálido al que hojea el libro distraídamente, sin duda porque en sus paginas no se tiñe las manos de sangre. Y sin embargo... Veamos como se desarrollan los días de un gran rey, cuando la suerte le es adversa. Porque Felipe V el Largo, podía contarse entre los grandes reyes. Por la fuerza y por la astucia, por la justicia y por el crimen, se había apropiado, joven aun, de la corona, puesta a subasta de las ambiciones. Un conclave encerrado, un palacio real tomado al asalto, una ley sucesoria inventada, una revuelta baronial desbaratada en una campaña de diez días, un gran señor encarcelado, un infante real muerto en la cuna -al menos así se creía-, habían jalonado las rápidas etapas de su carrera hacia el trono...
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